2. Derecho a elegir una alimentación y un estilo de vida ético.

Los animales viven un infierno en las granjas. Las investigaciones realizadas por diversas organizaciones españolas han mostrado la realidad de lo que ocurre en dichas granjas. Debemos replantearnos la manera en que nos relacionamos con los animales. No es aceptable que los condenemos a una vida de sufrimiento. Al igual que ocurre con los perros, los gatos y los toros, su vida es importante.

Como parte del derecho de los ciudadanos a la libertad de conciencia, defendemos la posibilidad de elegir un menú sin productos de origen animal en los comedores escolares y administraciones públicas.

Cada vez somos más quienes hemos apostado por una alimentación ética, sin productos de origen animal.